El verano suele ser una estación muy delicada para las personas mayores que, debido a su edad y al deterioro de su organismo, presentan una serie de debilidades frente a las altas temperaturas. Las residencias de mayores son conscientes de esta vulnerabilidad de los ancianos a las altas temperaturas, aunque también es cierto que el verano les anima a estar más activos y a salir más.
Pero es conveniente seguir una serie de consejos para afrontar el verano y prevenir problemas de salud que pueden agravarse con el calor, algunos de los cuales apuntamos aquí:
- Evitar la exposición al sol durante las horas más fuertes de calor, esto es el medio día, y siempre buscar la sombra si se sale a dar paseos o hacerlo en horas de temperatura agradable.
- Beber abundante agua y mantenerse hidratado es fundamental, además de usar siempre protección solar, ya que la piel también es más sensible ante la exposición al sol.
- Usar prendas cómodas y de tejidos ligeros, como el algodón o el lino, además de protección para la cabeza, como los sombreros de paja.